domingo, 24 de octubre de 2010

Jamahireando: entre hormigas anda el juego...

Otra semana ha pasado, en la que hemos estado sin el jefe, que se ha ido una semana a España. Una semana para preguntarnos cuándo estarán listos nuestros permisos libios, con los cuales podremos empezar a planear cuál será nuestra primera escapada. Pero una semana para respirar el ambiente de Trípoli, un ambiente tranquilo y caótico a la vez. Un mundo sin estrés que ha adquirido la forma de una ciudad exacerbada, en la que el pulso del tráfico enloquecido impone su ley.

Ciertos aspectos del día a día llaman mi atención, chocan con lo que yo conocía. Pongamos de ejemplo un animal: la hormiga. No esos pequeños animales sin una forma apreciable como los de España, sino  auténticas señoras con su morfología apreciable a simple vista: 

Oh dios mío: una hormiga en mi baño!

No es el único ejemplo de hormiga (en mayúsculas). Recuerdo una mañana yendo a la oficina a las 8 y pico con un sol de justicia (dado que aquí a esas horas es como en España a las 11 de la mañana). Se podía apreciar a simple vista como, en la distancia, una fila de hormigas recorrían la calle de arena:

Véase el animal patilargo arriba a la derecha. 

Cosas así de pequeñas suelen acaparar mi atención en el día a día. Nimiedades, detalles sin importancia. Un par de ejemplos claros. "Oye, mira: cómo cambia el logo de Coca-Cola al cambiarlo de idioma".

Diet Coke.
O como el mensaje de "Fumar puede matar" de un paquete de tabaco puede perder su significado al pasarlo al árabe: 



Pequeños detalles, estupideces sin duda. Si me apuras, difícilmente pueden servir de entrada para un blog. Pero la suma de todos ellos crean las vivencias, y éstas no son más que todas las curiosidades que componen el día a día. Todo ello me impulsa a buscarles un hueco en el blog. 

Podría decirse que "Jamahireando" es su casa, el lugar en el que las pequeñas anécdotas pueden yacer tranquilas. Y si a alguien hay que echarle la culpa del origen de esta nueva sección del blog es a ellas, las hormigas libias.


3 comentarios:

  1. Así es la vida, Raúl. Se empieza escudriñando una hormiga y se acaba "pilotando" un camello. a ver cuándo te vemos haciendo esto último (jiji!)
    Muy interesantes las observaciones que haces, fielmente fotodocumentadas.
    Sigue así. Un besote.

    ResponderEliminar
  2. cuánta razón! aquí los carteles de STOP (donde los hay) parece que animen a pasar, a bailar o yo qué sé...
    menos mal que no se me ha ocurrido coger un coche!!

    ResponderEliminar
  3. Muy curiosa tu nueva entrada, para lo que dan los bichitos... yo tengo un picotazo de mosquito en la mano derecha, ayer estaba Sanlúcar plagado y ya sabes que yo soy de sangre caliente (jiji)

    Pásalo bien por allí! Un besazo

    ResponderEliminar