miércoles, 19 de enero de 2011

Túnez: la Revolución del Jazmín...

Hace tiempo que no actualizo el blog, ya va camino de un mes. Recibo tu toque de atención, Vicente, pero es que durante este mes no he parado. He vivido muchas cosas, desde la vuelta a España por nochebuena, a los fantásticos días en Estambul por nochevieja. Pero antes de todo eso, tocó visita de trabajo a Túnez. Sí, a la Túnez pre-revolución. El país que estaba a punto de explotar.

Sidi Bou Said


Justo un día después de volver de Siria me tocó coger el avión rumbo a la capital tunecina. Todo debido a la gran antelación con que me avisaron desde Madrid de mi visita, unos 15 días escasos. Pero allá que me dirigí. 

Durante estos días todo el mundo me pregunta cómo va la cosa por Túnez, que si había visto indicios de que la revuelta popular estuviera tan cerca. Y yo no puedo decir otra cosa que NO. O al menos no de manera superficial. 



Comparando con Trípoli o con Damasco, por ejemplo, Túnez es una capital con inspiraciones totalmente europeas. Está claro que los franceses fueron una influencia determinante en el país. De hecho, prácticamente todo el mundo habla francés, hasta el punto de que en la calle se oye más francés que árabe. 

Por lo que pude vivir en la semana que pasé en Túnez, la gente vive con menos restricciones religiosas, las mujeres tienden a no llevar hiyab, los jóvenes tienen la posibilidad de consumir alcohol sin mayores problemas (existiendo incluso una cerveza local - Celtia). 



Y esta mentalidad social más abierta me hace replantear lo dicho hace un par de párrafos: no todo estaba tan tranquilo como pudiera parecer. No son pocas las ocasiones en que llegaron a mis oídos la corrupción del gobierno, o las fuertes cargas policiales en tal o cual ocasión. La censura de numerosas páginas web (quinto país con más censura del mundo) chocaba con las tendencias europeas de su población... demasiados turistas, demasiadas influencias para una sociedad con ganas de cambio. 

Y es que dentro de la fachada aparentemente tranquila que mostraba Túnez, destino turístico apacible del Magreb, se escondía un feroz régimen de opresión. La inmolación de un joven desempleado fue la chispa que encendió la hoguera. Y lo demás... ya lo conocéis. 



Ese cartel ya es historia


Por lo que me han comentado las becarias IC3X de Túnez, pese al toque de queda y todos los disturbios producidos, la gente está contenta. Se respira un aire de liberación, todo el mundo está unido por el cambio. Lo que está claro es que han vivido un momento histórico: podrán decir que estaban en Túnez durante la Revolución del Jazmín. 



En mi caso, durante mi estancia en Túnez, puedo decir que he conocido a gente fantástica, otro ambiente de trabajo en la Oficina Comercial y un país bonito, pese a sólo conocer la capital y Sidi Bou Said. Pero también he podido medir el país antes de la revolución...

Cuento los días para que me confirmen una nueva visita de trabajo. No todos los días se puede comprobar el cambio de rumbo de un país...